martes, 19 de mayo de 2009

Sobre el amor y el desamor

y me envuelven las hojas secas – que caen
precipitadamente en un instante
y crujen quejas ahogadas
como si nadie las oyera

resuenan interminablemente en su danza apagada
condenadas, habiendo perdido el verde, la savia, la vida – caen
para pudrirse bajo la lluvia y las pisadas
en un colchón desgraciado, incómodo
inminente caída sin vuelo, volátil
involuntaria
sin viento que las sople a otras baldosas

resignadas se arremolinan
y se obligan a descansar.

*

ausencia alunada en tono romano y severo
un brillo que respira solo
aún cuando parece insulso
recuperar la soltura y el despojo requiere un compromiso eneldo

anclada en la conciencia del espacio infrahumano, invoco al coletazo de ahogado
invadida por el súbito corsario, anego mi deseo en sus garrochas
poblada de espectrales alelíes, sonrío descubriendo mis rodillas

no me importa cuánto me encandilás, pero no olvides encenderte
autorizame a revivir el desgarro del encuentro que debimos prolongar

adolezco de razones que potencian el salvado de tristeza
tal vez en tu fuero ya sabías que internabas a la musa
pero el anhelo de ese brillo huidizo te hizo tramar un cielo edulcorado
el poder del aniz que me adormece no logra partir mi desperanto
y la lengua recorre tu figura, demarca mi lugar y tu parcela

el color es rosa chicle, complacencia y desparpajo

¿habrá algo que detenga este aleteo? ¿un registro que disloque este linaje?
hoy he sido victoria de un absceso
y me apego al alegro que eso lleva
simplemente conservo su espesura y decido desplegar toda su fuerza
ya imagino lo que el viento hará potencia
y en la zona donde el gris se pone verde, ahí estoy de violeta en nomeolvides

Sí, tal vez pronto recupere otro respiro
y logre ver al fin la luna algodonada

*

en la tarde del chacal
acecha tu muslo impávido
revive la erección de días pasados
asemeja un culto totémico
reverbera y anochece
y en la cacería sangra de gozo

tarde del chacal
erección y rito
sangra de gozo

*

la bola de ruido en la punta
de las estrellas
el ruido que hace cosas
a veces la mano
en una operación nefasta
pide luz
a las estrellas
que en átomos ruidosos despejan la neblina
estrellas – osa, lepus, can, maría
el sol
y sus agravios, en su giro
impone orden
a las estrellas
elevación nebulosa en obeliscos imposibles
que son los lechos
de las estrellas
peces geminianos que emparentados no se parecen en nada
ni a veces
a las estrellas
y en colores de silencio
tu mundo
y la mano, tu dedo
el libro
y las estrellas
que sólo a primera vista se asemejan en algo al silencio
que por una vez repara en la sombra
de las estrellas
y los ojos se fijan a la tierra
implacables sentidos que te atan a mis senos
y el ruido se hace susurro en la tiniebla
que las estrellas condenan
el cielo – sol de tus rayos
en las estrellas

*

adivino una espesura de mariposa
espuma incolora que crece y se deslumbra
adentrada la estela de mar abierto acompaña el siseo de una luz amarilla
sin disciplina el gesto de una mano ajada se suma al vaivén del árbol de azahar
recorre el espectro de amores posibles en un sólo movimiento anular
predice, si eso es posible, que en un rato más se va a despertar
cuando eso pase no habrá nombramiento que aplaque su hambre de piel
espera un espejo que no distorsione y encuentra que casi no hay en stock
se acerca a esa imagen que cree implacable pero que no cierra en su idea natal
descubre el susurro del sol en la playa
no sueña ni un sueño que valga la pena dejar
y sin proponerlo congrega a unos cuantos
no hay muchos que quieran el pan sin hornear
producir una ola de augurios no es algo que pueda hacerse por vos
y entonces el culto se hace presente, hasta el cansancio se hace notar
todas las formas de saberse uno parecen final de canción
la vida impaciente, rastrera y furiosa, y el no saber vivir sin dolor
mirar desde lejos es tan tan curioso que apenas si puede
suprimir el grito del lugar común
conciente de que nada parece arreglarse como es de esperar, recurre a métodos drásticos que pronto acaban en él
cavilar no sirve de nada
no hay idea que se pueda agarrar
los pies en la arena -me tienta el recuerdo- son más poesía que un verso estival
festejo las risas que acompañan tus brazos, aún cuando sé que no van a durar
es harto imposible que te vea completo, ya sé que el espectro no es más que fugaz
aumento y enfoco tan cerca que duele y siento vibrar el cimiento
parece increíble que siga pensando en una caseta de chapa y azul
el dulce contento que dice tu nombre revela una grieta en el puente hacia el mar
aclara en el borde, de a poco aparece, desea y produce jarabe de arroz
consuelo de pobre es saberse complejo en un mundo que suena a placeres heridos
rodando en la espera de un pensamiento holgazán, acumulan colores que opacan su ausencia
ya no importa si protestan sus tripas pidiendo un sueño iridiado que opaque sus ojos y haga olvidar
ahora parece que el camino se aparta y se abre a una vida
constante
rumiante
áspera

sin paz

*

desplegando alas plumosas
paladín del submundo untable
inhumano, naranja calabaza
miriópodo con botas tejanas
tejado y gato fundidos
gato-lobo que aúlla a la luna
a los ángeles de las mandarinas
mensajeros guardianes de las semillas
y de la cáscara secada al Sol
alameda lamida por esa lengua
seca de llanto y alcohol
alabanza y plegaria
en la vera de un río agotado
inválido y desértico
donde la luz se refracta en fantasmas
que destiñen colores

*

andar cansino pero firme
es el del sol de mañana
ronquido y desperezo
activando la luz de ayer
será como antaño, será como después
cuando ayer fue díscola
ahora resuelta y elevada
dispara interminable


languidece el reparo absoluto
que frenaba la sangre
ahora fluye
y acompaña el ritmo de la aurora que inquieta
ya no espera permiso para amanecer

aumenta el cuerpo y su tamaño impresiona a aquel que – con una sonrisa satisfecha – observa el proceso parado desde un monte. La meta.

paso feroz que no duda
resplandor agudo que no medita
el agua salada no quita la sed pero estimula
la búsqueda sí que incansable
destellos de vida bajo la piel nutrida de estímulos y música
el vello se eriza con la excitación del comienzo
hospedada en páramos
llenos de noveles vivencias
ansiosa y ansiada por siempre
experiencia sin calma – confiada – amable

arremolinada sobre sí arrastra extemporáneas presencias. Las incorpora como colores con matices que tiñen su forma espiralada y caleidoscópica.

cada poco – antes sedienta y frustrada – bebe, lame, degusta, responde, pregunta, asombra, sin duda

armónica elástica cercana sin fin

*

Salgo a la pedrera a ver si la lluvia ya empezó
Rescatar el intento de saliva en la punta de un dedo acusador
No me lleva hasta el puerto que recibe esos gestos, esas manos, ese tinte
No se rompen tus costillas con el frío
Es el temblor de la arena que sacude
Parecía que volvíamos a vernos
Hasta el fin de tus codos crespos
Pero fui astuta al negarnos esa idea
No había forma de lograr inquietud
No sé vos, yo sigo esbelta ante la única razón de pedalear
Contame, por favor, entre las migas que espían por debajo del mantel.
Tu crudeza me llama a ignorarte
No quisiera enfrentar tus despojos
Palidecen tus sueños turbios
Sólo eso basta para hacer que deje de tejer coronas en tus pies


Disculpame si despido un humo denso
es que ya no siento que debamos sonreír.

*

en el culmine del dolor
hiervo primero
me desvanezco
transmuto
zumbo en vuelo rasante

vegetales en floresta
ceniza pluricolor
filamento atajo
diviso – demasiado
contengo poco
aprehendo algo
planeo en sentido inverso
alto me elevo
estratófica desfigurada
domino fuego
capuleta evitable
llena de gruñidos abismales
en picada
vuelo de gracia
sin caja negra
al mar.

*

[cursi]
si digo que aprendo del dolor
pero aprendo
y la crisis se apacigua
cuando pienso
que aprendo
a veces
el dolor se perpetúa
y acompaña
sin calma
queda
y aprendo
[cursi]
a vivir sin él

*

la vibración del mundo que me rodea
se pinta de verde y reluce encerada
no es nueva, ni siquiera la bordea un tul
sin embargo parece un nido espumoso
burbujas
plumas
conquistas y promesas
sonrisas confitadas de placerse sin azúcar
explota, explora, imprime su mirada de suave compañía
dorada y princesa junto al rincón que dejaste
para poquito a copo acercarte desde un lugar austero y complejo
aparece la intersección del diagrama de Benn
y ahí nos encontramos: yo decoro un poco, vos das coraje
completamos un círculo, el corte y la encimada
futuro incierto pero acertado
guirnaldas multicolores de sonidos y olivares
orientales de nacimiento
y por opción
integrales
aún sin vuelto, sin sobras
enteros y potenciales
imperfectos pero descifrables

anhelamos espacios parecidos
y lanzados nos reunimos en la margen

*

subiendo las escaleras temblorosas
enfrentando la máquina voraz
el aparatito en la mano
marcando con ansiedad
una mezcla de esperanza y pavor
enorme – envolvente
y una pequeña esperanza – minúscula
se sienta y escucha con avidez
rezando en silencio
deseando, rogando que no sea verdad
del otro lado hay vacío
pasó lo peor
y no se calla el ‘matate’
odio profundo pero más frustración
como un caníbal hambriento el asiento lo devora
masticándolo con sadismo
disfrutando el crujir de los huesos
y el desgarro de la piel
él se entrega en silencio ahogado
aceptando su condena
no descree ni un segundo
no lamenta ni se opone
se retuerce en dolor sordo
acabando por morir
lo peor ya pasó

*

alabanza en suspiro sublime
que recorta la luz de tu piel contra las olas
presiento un jadeo de gacela graciosa
combinando el deseo con el dulzor de descansar en tus brazos
tus ojos poblados de álamos y sol me atraviesan sin lacerar
pero advierto que podrían
tentada a acercarme y encontrar el destino, lucho contra mis bajezas y miedos
aún no sé quién gana
y ahí estás, con tus entrañas expuestas, rasgadas por tantas heridas
dispuesto a lamer las mías, deseoso de que mordisquee las tuyas
tigre, perro y centauros
rayos y centellas
placentas y gelatinas
busco -disruptiva- tentáculos que quieran contener

*

una amapola roja
de pétalos perfectos
el tallo erguido
en tus manos parece simple

tus manos que ofrecen la amapola
extendidas hacia mí
un gesto generoso que te muestra

y esa amapola que al tomarla me bebe toda
y va tiñéndome de rojo al envolverse en mí
con pétalo suave me rodea
tibiamente me recorre
lamiéndome despacio

y me excita tu amapola perfecta
que no pierde ni un pétalo
que me recorre como si no me conociera
en un presente tan puro
y en el contacto va transformándome

incansable exploradora de mi piel

*

Por M. E.